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viernes, 30 de diciembre de 2011

No lo confundas...

La Historia de dos Hombres: Joshua Bell
Joshua Bell, que es un virtuoso violinista, quiso en una oportunidad hacer un experimento.
Él tomó su Stradivarius (su voilin), avaluado en más de 3 millones de dólares, fue a la estación de trenes de Washington
, y tocó allí durante casi por una hora por unas pocas monedas que le tiraban como propina.
Es muy importante saber que Joshua Bell es realmente una estrella en el mundo de la música clásica. Justamente la semana anterior a ese experimento, había vendido todas las entradas del Symphony Hall in Boston, en donde las ubicaciones comunes costaban $ 100 dólares, y las especiales mucho más caras.
O sea, que se trataba del mismo músico, pero en ambientes muy diferentes.
Durante el tiempo en el que estuvo ejecutando su instrumento en la estación de trenes, pasaron más de 1.000 personas que lo escucharon. Solo 30 de esas personas le dejaron una propina en la caja abierta de su violín, de las cuales solo 6 se detuvieron para escucharlo: en total, él recaudó $ 34 dólares en propinas.
¡Esa no era una buena apreciación del gran maestro!
Por supuesto, hubo varias cosas puestas en juego allí.
Primero, muchas de esas personas iban apuradas a sus trabajos.
Segundo, así como el cotizado violinista sabía muy bien cómo llenar un auditorio importante, es probable que no supiera cómo destacarse siendo un violinista callejero… ¡y esa es una gran diferencia!
Y otra probabilidad era que aquellos transeúntes no supieran quien era él, o quizás pensaron no puedes ser él; es un imitador aunque se parece a él dirían algunos… una persona tan famosa no va estar tocando en una estación de tren por unas cuantas moneda…
Algo mas importante pasó con Jesús cuando vino y nació como humano siendo DIOS…
El fariseo y el sacerdote tampoco creyeron que era DIOS con nosotros, quien vino a morir crucificado en una cruz para salvar la humanidad.
Hoy tampoco la mayoría de la humanidad cree en él, y aunque dicen creer no hacen su voluntad.
Existen muchos caminos en esta vida para transitar, algunos son muy sombríos, otros llenos de vicios, algunos requieren ciertos sacrificios… obviamente no todos conducen a Dios.
En nuestro liceo existe un lugar muy especial, alejado de la bulla del mundo, de la contaminación pecaminosa del hombre, un lugar especial para conversar con Jesús… y es la capilla que tantas veces observamos desde afuera. Hay tantas cosas porque agradecer, si embargo somos tan ingratos, que solo acudimos a Él cuando estamos metidos en graves problemas.
Hace algunos meses atrás, después de conversar con Jesús, se me ocurrió tomar una fotografía con mi móvil… después de verla quedé maravillado, aparecía una luz. Algunos podrán decir que era efecto de la luz, de la mañana, de las ventanas, etc. Sin embargo, sé en mi corazón que su espíritu estaba ahí mientras le conversaba. En los momentos de confusión que en ocasiones vivo, viene a mi mente esa fotografía y me calma.
Jesús no es el violinista de la historia inicial, es un ser importantísimo en la vida de esta humanidad, pero lo confundimos con los dioses del mundo cotidiano… no te confundas. Puedes verlo cada día, en el trinar de las aves, en el alimento que está servido en la mesa de tu hogar, en la verdadera amistad de tu amiga o amigo, en un buen libro que leas, en el atardecer… siempre está presente y siempre acudirá a ti cuando le llames.